Lapislázuli

Le lapis lazuli - Aurore Lune

Lapislázuli: una piedra ancestral para conectarse con lo Divino

Misteriosa, antigua y majestuosa, la piedra lapislázuli es un regalo de la naturaleza, luciendo un azul profundo que oscila entre el azul celeste y el ultramar, salpicado de vetas doradas.


Descripción del lapislázuli

Permítanme presentarles la mineralogía: el lapislázuli se forma principalmente en zonas calizas, como una piedra metamórfica a partir de una roca sometida a transformaciones mineralógicas y estructurales debido al aumento de temperatura y presión.

Entre sus componentes se encuentran principalmente lazurita, que le confiere ese magnífico y reconocible tono azul, además de sodio, aluminio, azufre, silicio, calcita, sodalita y pirita.

Las vetas que atraviesan la piedra pueden ser blancas (relacionadas con la calcita) u doradas (atribuidas a la pirita). El valor del lapislázuli aumenta con la presencia de pirita.

A pesar de su apariencia, el lapislázuli no es una piedra natural dura y tiene una calificación de entre 5,5 y 6 en la escala de dureza de Mohs.

Después de haber comentado sus características físicas y técnicas, echemos un vistazo a su nombre. El nombre “lapislázuli” es ciertamente encantador, pero ¿de dónde viene y qué significa?

Obviamente, ese no es su nombre original. Como muchas piedras naturales, el lapislázuli ha cambiado de nombre a lo largo de las civilizaciones. "Lapis" significa piedra en latín y "lázuli" se refiere a azul. Este nombre deriva inicialmente del persa, luego del árabe y finalmente termina en el latín “lazulum”. ¡Así, el lapislázuli es la piedra azul!

En la antigüedad, el lapislázuli se consideraba un zafiro con vetas blancas y doradas. En el siglo V d.C. se llamó "ultramarinum", que significa "ultramarino", nombre que más tarde se le dio al pigmento azul elaborado a partir del polvo de lapislázuli.

Origen y depósitos del lapislázuli

¡Esta piedra se extrae desde hace más de 7000 años de nuestros suelos terrestres! Las principales minas están situadas en Oriente Medio, concretamente en Afganistán, a 2.500 metros de altitud, en regiones de difícil acceso, donde se encuentran las piedras más bellas, las más apreciadas por su magnífico color azul. Chile alberga otra gran mina que produce piedras de un azul ligeramente más claro, convirtiéndose en la piedra icónica nacional desde 1984.

Existen otros depósitos en todo el mundo, pero con menos producción, especialmente en Rusia, Pakistán, Birmania, Angola y América del Norte.

Usos históricos del lapislázuli

Existen numerosos vestigios del uso del lapislázuli a lo largo de la historia, lo que demuestra que esta piedra era ciertamente más apreciada que el oro. Hallado en yacimientos arqueológicos que datan del Neolítico, se utilizaba principalmente para fabricar joyas, como colgantes, cuentas, amuletos e incluso puñales.

Las piedras de lapislázuli más antiguas se han encontrado en Siria, pesan 23 kg brutos y también están presentes en las tumbas del cementerio real de Ur en Irak.

Los sumerios la consideraban la piedra de los dioses, la de la esfera celeste, hace unos 3000 años. Más tarde se convirtió en la piedra de los faraones, visible en particular en las pupilas azules de la estatua de Ebih II en el Louvre.

Desde la antigüedad, el lapislázuli se utilizó como pigmento en pinturas, dando lugar al azul ultramar, que todavía se utiliza en la actualidad, aunque su coste puede resultar disuasorio. Este tono fue muy utilizado entre los siglos XII y XVIII por pintores e iluminadores, e incluso decoró el techo de la Capilla Sixtina de Roma.

En forma de polvo, el lapislázuli tenía usos medicinales ya en la época romana, sirviendo como afrodisíaco, antídoto contra las mordeduras de serpiente y remedio para los músculos y la ansiedad.

Virtudes y beneficios de la litoterapia

Reconocido desde hace milenios, el lapislázuli tiene reconocidas virtudes y beneficios. Se considera una piedra reguladora y calmante, ofreciendo diversos beneficios para el cuerpo y la mente.

- En el chakra de la garganta, ayuda a reducir la inflamación del sistema respiratorio, lo que resulta beneficioso para los asmáticos.

A nivel mental y espiritual, el lapislázuli es una piedra tranquilizadora que fortalece la confianza en uno mismo, facilita la comunicación y fomenta la apertura hacia los demás.

Es una piedra de la intuición, la concentración y la creatividad, que favorece la elevación y la armonización espiritual, especialmente útil para quienes padecen depresión o malestar psicológico.

Regresar al blog

Deja un comentario

Ten en cuenta que los comentarios deben aprobarse antes de que se publiquen.